martes, 22 de febrero de 2011

CISNE NEGRO + NACHO DUATO = ME GUSTA LA DANZA


Me lo imaginaba hace tiempo, pero la lejanía con la que veía el mundo de la danza del mío no me dejaba creer que era del todo cierto. Pero sí, me gusta la danza. Me apasiona. Hace unos meses vi a la Compañía Nacional de Danza Contemporánea que recién despojada de la presencia del mejor director artístico que ha tenido venía a Santiago; eso sí, representaba una de las creaciones de ese genio que es para mí Nacho Duato. Bien, yo misma me sorprendí de lo que me impresionó el espectáculo. Las sensaciones que despertó en todo el público se podían palpar: emoción, embriaguez, plenitud. No sé cuantos expertos en danza contemporánea habría en la sala, la que escribe desde luego no era una, pero sin tener una formación y sí teniendo un total desconocimiento de la disciplina, disfruté como nunca lo he hecho con ningún otro tipo de arte escénica. Lo que me lleva a reiterar mi creencia de que el arte de calidad no necesita un curso previo para que emocione y conmueva. Todo en la perfecta obra de Nacho Duato era impactante. La música, la escenografía y por supuesto estaba llevada a cabo por las mejores herramientas que podía anhelarse: unos perfectos bailarines cuyos cuerpos parecían no ser de la misma especie que la mía…
Con Cisne Negro ocurre algo diferente. Es cine. Y el cine sí que es algo que lleva mucho tiempo formando parte de mi vida. Además es ballet clásico que, con toda la osadía por parte de esta ignorante en la materia, opino que es más fácil de ver. No quiero ser mal interpretada, no pienso que sea más fácil, pero sí que encaja más y mejor con la idea de ballet, de bailarina que todos tenemos en la cabeza. Esos seres etéreos que parecen volar. Pienso que la película cuenta una historia por todos conocida: una perfeccionista y sacrificada bailarina en una importante compañía que lucha por un papel que le permita subir el escalón definitivo. Pero lejos de resultar otra peli de baile resulta un thriller psicológico inquietante que busca explicar hasta dónde llegan las oscuridades del ser humano y qué consecuencias nos reporta la búsqueda de estas. Si añadimos la excelente interpretación de Natalie Portman, el film se vuelve magnético y apasionante. Sigo fascinada por el trabajo de ella, magnífica en todos los planos. Sin duda una de las mejores interpretaciones que he visto últimamente.
Cisne Negro remueve otra vez la temática del sacrificio y la extrema entrega que requiere el mundo de la danza a todos los niveles. No sé si es el arte que más exigencia acarrea pero sí es de los que más impresiona. Quizás sea por esa citada lejanía con la que lo apreciamos la mayoría de los mortales. Por lo efímero, por los inalcanzables bailarines, porque ejecutan con sus cuerpos lo que la música está removiendo en nosotros. Acabo de cerciorarme de mi pasión por ella. Más vale tarde que nunca.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Caótica Annie





Recientemente, y en plena sequía de series, han llegado a mis manos un par de documentales interesantes sobre un tema común: las relaciones de pareja. Uno de ellos “La gran historia de la pareja”  repasa el proceso de formación de la pareja hasta llegar al concepto actual de la misma, el otro “Hasta que el hogar nos separe” estudia las relaciones de pareja, una vez que estas pasan a convivir y compartir techo, que no labores.  Por supuesto el último extrae las conclusiones esperadas:  la mayor (mayorísima) parte de las ocupaciones domésticas son llevadas a cabo por la mujer, y solo hay un 0,5% de hombres amos de casa. Lo cierto es que mientras el primero de ello resalta los avances de la mujer alcanzados en este último siglo, y también  por el hombre en ciertos aspectos, el otro nos muestra el nuevo sometimiento del sexo femenino. Lo que ocurre básicamente es que frente al nulo sentimiento de culpa por parte del hombre que no colabora en casa está el reconcomio femenino del hay que hacer esto y prefiero hacerlo yo. En este documental  hablan sociólogos, psicólogos, terapeutas… un grupo de especialistas que analizan el porqué de esta realidad. Obviamente una de las causas es la distinta educación recibida por niños-niñas en el seno del hogar. La reflexión que yo extraje fue bien distinta.
Mi caso personal es similar al de muchos niños de mi generación, incluso podría decir que es igual al de los varones de generaciones anteriores a la mía: nunca he hecho nada en casa. En mi casa se repartían las labores del hogar padre y madre casi al 50% y siempre sin acuerdo previo, ya que dudo que tuviesen que sentarse a debatirlo y llegar a un punto común, creo que simplemente fue algo natural para ellos. Lo cierto es que pienso que mi caso no es muy distinto del de otros compañeros de generación aunque les cueste reconocerlo, a ellas sobre todo, y lo nieguen.  Ahora ya no existe diferenciación en la educación doméstica de niños y niñas y hemos pasado, nosotras, porque ellos ya estaban en ese lado, a la orilla del no participar en las tareas de nuestra casa que, mágicamente, aparece impoluta y ordenada cada vez que entramos en ella. Y ¿cuál es entonces el resultado en una pareja  que estrena convivencia cuando se parte de iguales posiciones frente a la dirección del hogar? No lo sé. Quizás sea esta la generación que lo escriba y tal vez sean otros nuevos los problemas que surjan de este hecho. Del que ya no nos sintamos nosotras culpables por no  llevar al día los quehaceres de la casa, del que ya no queramos cargar con el peso de la organización de la familia en general., del hecho de que ya no encontremos ni una sola escusa o razón para la pasividad masculina ante los deberes domésticos.  Repito que no sé cuál será el resultado de todo esto. En mi caso personal, el resultado ha sido el caos absoluto. 

sábado, 5 de febrero de 2011

nuevo periodismo...






Hablar desde la absoluta ignorancia no es bueno. Lo sé; pero lo haré como espectadora. No voy a cebarme ( o sí…) con los periodistas del corazón, que ya están más que azotados, y no digo yo que sea sin merecerlo, ni mucho menos. Lo cierto es que vengo observado una extraña tendencia también en el periodismo informativo o de actualidad. Tampoco voy a referirme al que desarrollan los que informan de sucesos, ya que además de bastante desconocido para mí, puesto que prácticamente no lo he seguido jamás, me repugna en abundancia. 
Lo que ocurre es que ya hace tiempo vi un documental "El culto al famoso" que además de hacer un repaso a la televisión y a la obsesión por ser famoso que hay ahora en el mundo, también se ocupaba de hablar de las revistas del corazón, en este caso británicas, y de cómo los directores de éstas se habían hecho con la dirección de algunos de los periódicos de relevancia en el país. Algo sin duda preocupante, ya que se extenderían al "periodismo serio" las técnicas, las maneras, de la prensa amarilla, que a mi parecer nada positivo aportan. Recitando aquí a Anna Bosch, a la que sigo fervientemente, hace poco publicó el berenjenal en el que podía meterse, o para mí, debía haberse metido David Cameron. El caso es que su director de política de comunicación, Andy Coulson,  había sido anteriormente director del periódico News of the World, que se había visto implicado en unas escuchas ilegales al entorno de la familia real británica y que había salido airoso con una digna dimisión, desentendiéndose del asunto y siendo fichado por Cameron, que por aquel entonces estaba en la oposición. Bueno, empezar por que para mí eso sería ya un escándalo, y que dejaría mucho que desear bajo mi punto de vista del político. Pero lo que más me llama la atención es que parece ser que el  periodista,  ahora con Cameron en el Gobierno, no se dedica a ser un director de comunicación al uso, sino que es un verdadero peso pesado con bastante influencia para el Primer Ministro. El culebrón termina con el renacimiento del caso de las escuchas, la revelación  de que al parecer eran más que habituales en el periódico que dirigía Coulson, y que no eran tan desconocías por este último, por lo que  acción-reacción: dimisión de Coulson del puesto relevante que ostentaba ante la imposibilidad de seguir saliendo indemne del escándalo. 
Lo cierto es que me resulta asombroso que un hombre así haya conseguido tamaño poder en la vida política británica, y me asusta que eso pueda pasar en nuestro país. No es que crea que J. J. Vázquez vaya a ocuparse de las relaciones de comunicación del PP o PSOE, pero sí es cierto que su (creo) jefe, Paolo Vasile y su sombra ya es alargada en Italia y nada me preocuparía más que pudiese suceder eso en España. Que instaurase más allá de en la televisión, cosa que ya ha hecho, los valores importados del país de la pasta. Eso sería terrible.
Ya sufrimos bastante su "neotelevisión" o "neoperiodismo", no recuerdo bien como lo llamaban, y  esto es así aunque no veamos sus productos. La tendencia se ha extendido a la prensa deportiva y hasta a los informativos de televisión (habéis visto los nuevos de Antena3???). Lo cierto es que los títulos de créditos amenazantes y las voces en off que anuncian casi el caos informativo los veo en prácticamente todos los medios de comunicación. 
Aunque siempre hay esperanza, y viendo lo que hace Rosa María Molló en Egipto o la propia Anna Bosch me siento reconfortada. Esto aunque eche en falta a otros prejubilados por TVE, lo cierto es que tengo que confesar aquí mi debilidad por la mayoría de los periodistas de esta casa.
En fin, que no sé si me habré pasado, por si acaso reiteraré aquí el comienzo de mi entrada, hablo desde mi absoluta ignorancia. Sólo como espectadora.

P.D.: no sé de quién es la ilustración, lo siento, la he robado en internet, sin pagar ni nada... De veras que lo expresaría si lo supiese.